miércoles, 13 de julio de 2016

Alergia a antibióticos

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 21 de Abril de 2006)



Las personas infectadas con HIV tienen mayor frecuencia de reacciones alérgicas a antibióticos que los no infectados; entre sus causas se han implicado tanto los bajos niveles de glutation de estos pacientes como un metabolismo alterado del fármaco.
El 30% de los pacientes con fibrosis quística desarrollan alergia auno o mas antibióticos. La ticarcilina, ceftacidima y piperacilina han sido los mas frecuentemente implicados.
Diagnóstico.
Se puede realizar una prueba de prick para detectar IgE específica frente al antibiótico en cuestión; sin embargo, la negatividad de esta prueba no excluye la posibilidad de que la alergia pueda seguir existiendo. De hecho, una prueba negativa indica con bastante seguridad la ausencia de reacciones inmediatas de tipo de la anafilaxia tras la administración de antibióticos; sin embargo, no excluye reacciones no mediadas por IgE. Similares consideraciones pueden hacerse para las determinaciones de IgE específica in vitro (CLA-RAST).
La observación de un test de Coombs positivo puede ser una prueba de que el antibiótico se une a la membrana del hematíe y es la causa de una anemia hemolítica.
La existencia de alergia a antibióticos supone un pequeño incremento de la morbilidad  y un incremento de los costes sanitarios. La piel es el órgano mas frecuentemente afectado, estimándose que el 2.2% de todas los exantemas medicamentosos son producidos por antibióticos. Un sólo medicamento puede desencadenar múltiples reacciones inmunológicas al ser portador de múltiples determinantes antigénicos. Las manifestaciones clínicas de la alergia a antibióticos pueden ser altamente variables, interviniendo factores como el tipo de antibiótico que esta siendo usado, enfermedad de base y el estado inmunológico del paciente. Las manifestaciones mas frecuentes incluyen las manifestaciones máculopapulares de la piel, urticaria y prurito. Estas manifestaciones por lo general se observan desde horas a días o semanas después de iniciar la exposición al antibiótico. Sólo ocasionalmente se pueden observar fiebre, eosinofilia y manifestaciones extracutaneas. Algunos antibióticos ocasionan característicamente afectación de órganos diferentes de la piel, así la combinación de amoxicilina y clavulánico origina característicamente colestasis hepática. Las manifestaciones de alergia del tipo de la anafilaxia son raras y pueden observarse con cualquier tratamiento antibiótico, su frecuencia se estima en 1 caso por cada 5000/10.000 tratamientos antibióticos. La Tabla reproducida seguidamente y extraída del artículo de R. S. Gruchalla and M. Pirmohamed. Clinical practice. Antibiotic allergy. N.Engl.J.Med. 354 (6):601-609, 2006.

En las personas con hipersensibilidad al antibiótico mediada por IgE puede utilizarse la desensibilización frente al antibiótico. El mecanismo por el que se induce desensibilización no esta claro, pero parecen estar implicados mecanismos de desensibilización de los mastocitos frente al antígeno. Consiste en la progresiva administración de dosis crecientes de antibiótico desde dosis iniciales en microgramos hasta llegara a dosis terapéuticas. Las dosis se duplican cada 15 minutos y la administración puede ser oral o IV, aunque la administración oral se asocia con menos reacciones. El paciente de be monitorizarse estrechamente y en caso de aparecer manifestaciones urticariales o broncoespasmo debe administrase medicación específica. En los casos de aparecer reacciones severas debe abortarse el procedimiento.
 Un aspecto particular del tratamiento con antibióticos corresponde a la administración de cefaloposrinas en pacientes alérgicos a penicilina, este aspecto ya fue tratado en su día en Prescripción de cefalosporinas en pacientes alérgicos a penicilina. Revisión de la evidencia. En el caso de los pacientes con alergia a sulfomidas se ha podido establecer que un porcentaje alto de pacientes con alergia a sulfamidas pueden desarrollar alergia a otros de antibióticos diferentes (OR: 2.8; IC 95%: 2.1 a 3.7). Resultados que nos hablan de la posibilidad de que el desarrollo de alergia a una sulfomida o a un antibiótico de otra familia se deba a una predisposición a desarrollar alergia en general.
Las recomendaciones sobre manejo y diagnóstico de la anafilaxia de origen medicamentoso se recogen en P. Lieberman, S. Kemp, J. Oppenheimer, D. Lang, I. Bernstein, and R. Nicklas. The diagnosis and management of anaphylaxis: anupdated practice parameter. J Allergy Clin Immunol. 115:S483-S523, 2005.
Prof. Dr. José Uberos Fernández

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