Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 3 de Marzo de 2009)
La prevalencia de alergia alimentaria en la edad pediátrica es en el momento actual de 4-6%. Los alimentos mas susceptibles de originar alergia son la leche de vaca, la soja, el huevo, el pescado, los crustáceos y algunas frutas. Habitualmente la alergia a la leche de vaca, soja y huevo suelen desaparecer durante la infancia, la alergia al pescado o crustáceos es generalmente definitiva. El aumento de prevalencia de problemas de tipo alérgico registrados en las últimas décadas debe hacernos plantearnos una seríe de hipótesis que justifiquen tales cambios. J. P. Chouraqui, C. Dupont, A. Bocquet, J. L. Bresson, A. Briend, D. Darmaun, M. L. Frelut, J. Ghisolfi, J. P. Girardet, O. Goulet, G. Putet, D. Rieu, J. Rigo, D. Turck, and M. Vidailhet. Alimentation des premiers mois de vie et prqvention de l'allergie. Archives de Pédiatrie 15 (4):431-442, 2008; plantean las siguientes causas:
- Condiciones de implantación de la flora intestinal, exceso de antibióticos, calidad microbiológivca de los alimentos.
- Cambios en los hábitos alimentarios con un aumento de la diversificación de los alimentos, un aumento del consumo de ácidos grasos omega 6 y una disminución en el consumo de antioxidantes.
- Cambios en los hábitos de vida, con un desarrollo urbano que no fomenta el contacto con animales de granja.
Cualquier tipo de alergia alimentaria requiere de una primera exposición al alergeno, esta exposición es habitualmente en vía digestiva, aunque se han descrito casos de una primera exposición cutánea, exposición respiratoria de alimentos aerosolizados y reactividad cutánea entre alimentos y algún polen. La primera barrera que evita la penetración de antígenos a la submucosa y la sensibilización inmune, es el moco intestinal, durante las primeras semanas de vida la cantidad de mucina intestinal es escasa. La IgA secretoria, no solo previene la colonización intestinal por bacterias, sino que además favorece el aclaramiento de antígenos. La acidez gástrica juega un papel importante en la denaturalización de las proteínas alimentarias, que se convierten así en menos inmunógenas, por tanto el uso de antiácidos gástricos durante los primeros meses de vida, se piensa que puede jugar un papel en el desarrollo de alergia alimentos. De acuerdo con el tipo de reacción inmune, los niños con alergia a alimentos pueden presentar reacciones dependientes de IgE y síntomas gastrointestinales no dependientes de IgE. PA Eigenmann. Mechanisms of food allergy. Pediatr Allergy Immunol 20:5-11, 2009; presenta en su artículo tres casos clínicos para documentar los mecanismos de alergia alimentaria.
La sintomatología que afecta a la vía aérea son frecuentes en las reacciones alimentarias mediadas por IgE, síntomas que pueden derivar en los casos mas severos a una reacción anafiláctica. El punto inicial en este tipo de respuesta es la exposición al alergeno alimentario y la sensibilización de linfocitos Th2 con producción de IL-4 e IL-13, que favorecen la producción de IgE específica por la células plasmáticas en respuesta a la exposición al antígeno. La IgE circulante se puede unir a los receptores de los mastocitos que inician la liberación de mediadores que explican el cortejo sintomático. En otros casos la activación de la respuesta Th2 se caracteriza por una elevación de los niveles de IL-5, IL-5 e IL-13, que se asocia con reclutamiento y activación de eosinófilos, este tipo de respuesta es responsable de los casos de colitis hemorrágica que observamos en los casos de alergia a las proteínas de leche de vaca, la biopsia de mucosa rectal en estos casos pone de manifiesta una infiltración eosinófila de la mucosa.
Otras alergias alimentarias no mediadas por IgE pueden ser responsables del síndrome de enterocolitis observado en las alergias a alimentos, los pacientes debutan con vómitos tras un periodo libre de síntomas de 2-6 horas después de la ingestión del alimento responsable. Los alimentos implicados en las descripciones originales de este síndrome incluyen leche de vaca y soja. La biopsia de colon de estos pacientes muestra inflamación difusa con células plasmáticas y abscesos en la criptas.
La evolución natural de muchos de estos procesos alérgicos es hacia el desarrollo de tolerancia, el mecanismo por el que se desarrolla tolerancia inmunológica no es completamente conocido, en modelos animales se observa un aumento de los niveles de IL-10 y factor de crecimiento transformante beta (TGF-β) producido por los linfocitos T. Recientes estudios parecen reforzar la idea de que los casos de alergia alimentaria podrían evitarse reforzando la producción de IL-10 por la administración de Lactococcus lactis o una cepa avirulenta de Salmonella typhimurium, estos estudios parecen reforzar la idea del papel regulador de los linfocitos T reguladores y la IL-10 en el desarrollo de tolerancia inmunológica frente a antígenos alimentarios.
Como primer paso en la prevención de alergias alimentarias se deben identificar los niños con mayor riesgo, para ello deben valorarse los antecedentes familiares de alergia, la realización de una minuciosa anamnesis tiene mas utilidad que la búsqueda de marcadores biológicos como los niveles de IgE en sangre de cordón umbilical. Se acepta que un lactante tiene riesgo de alergia cuando existe un familiar de primer grado con una alergia clara establecida. En J. P. Chouraqui, C. Dupont, A. Bocquet, J. L. Bresson, A. Briend, D. Darmaun, M. L. Frelut, J. Ghisolfi, J. P. Girardet, O. Goulet, G. Putet, D. Rieu, J. Rigo, D. Turck, and M. Vidailhet. Alimentation des premiers mois de vie et prqvention de l'allergie. Archives de Pédiatrie 15 (4):431-442, 2008; se revisan las estrategias alimentarias en los lactantes con riesgo alérgico identificado:
- Durante la gestación no existe ninguna indicación para hacer exclusión dietética en la gestante con riesgo familiar de alergia, con excepción de la evitación del cacahuete.
- Se recomienda la lactancia materna exclusiva al menos hasta los 6 meses. Igualmente durante el periodo de lactancia se debe evitar la ingestión de cacahuetes. La evitación de otros alimentos sólo debe hacerse sobre la base de la historia familiar particular. Si es necesario completar la lactancia materna debe hacerse con una fórmula hipoalergénica.
- Si no es posible la lactancia materna debe realizarse la lactancia con una fórmula hipoalergénica hasta la edad de los 6 meses. La utilización de una fórmula de hidrolizado de proteínas no esta justificada de entrada, aunque los autores admiten que en casos particulares puede discutirse su utlidad. Tampoco esta justificado la utilización de una fórmula de soja para evitar el desarrollo de alergia.
- La diversificación alimentaria no debe iniciarse antes de los 6 meses de edad. Los alimentos con alto poder alergénico como frutos secos, kiwi, crustáceos deben introducirse después del año de edad.
- Con el estado actual del conocimiento la administración de probióticos, prebióticos o ácidos grasos omega 3, no pueden recomendarse para prevenir la alergia.
Prof. Dr. José Uberos Fernández
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