(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 20 de Noviembre de 2009)
La única posibilidad vacunal existente en la actualidad frente a M. tuberculosis es la BCG. El bacilo de Calmette Guerin es una cepa de M. bovis atenuada que se ha utilizado durante décadas en millones de persones, si bien su efectividad en la protección de la tuberculosis es muy variable entre poblaciones. En los niños vacunados con BCG, algunos autores observaron cierto nivel de protección frente a la dermatitis atópica; dicho efecto parecía ser mas evidente en regiones con bajo nivel social que en zonas de alta renta o mas desarrolladas; algo similar se ha descrito en lo referente a su efectividad frente a M. tuberculosis. Estos hallazgos podrían sugerir que el efecto de la BCG sobre la respuesta inmune esta influenciado por factores genéticos y/o ambientales. Los receptores de la inmunidad innata (Toll-like o TLR) son los responsables de reconocer determinados antígenos de patógenos y activar la inmunidad adaptativa. M. tuberculosis activa los receptores TLR2, TLR4 y opcionalmente TLR9. Diversos factores genéticos pueden modular la expresión de los receptores TLR; así como, otros factores ambientales como exposición materna al humo del tabaco durante la gestación o exposición del recién nacido a antígenos bacterianos.
El mecanismo por el que la exposición a la BCG protege de la atopia se ha querido explicar por diferentes mecanismos. Se sabe que el sistema inmune neonatal tiene una capacidad limitada para generar respuestas Th1, de las que depende la secreción de IL-12; tan sólo potentes estímulos antigénicos bacterianos pueden estimular la vía Th1, en detrimento de la Th2 de la que dependen los mecanismos de la atopia. También se ha sugerido que la BCG estimula las células dendríticas hacia la secreción de IL10.
El artículo de A. H. van den Biggelaar, S. L. Prescott, M. Roponen, M. A. Nadal-Sims, C. J. Devitt, S. Phuanukoonnon, W. Pomat, M. K. Tulic, D. Lehmann, P. M. Siba, P. C. Richmond, and P. G. Holt. Neonatal innate cytokine responses to BCG controlling T-cell development vary between populations. J Allergy Clin.Immunol. 124 (3):544-50, 550, 2009; identifica profundas diferencias en la respuesta de la inmunidad innata a la BCG de los recién nacidos de indígenas Papua de Nueva Guinea y recién nacidos de la población occidental de Australia. Estos autores observan respuesta de IL10 e IFN-γ mas elevadas recién nacidos de indígenas Papua después de la vacunación con BCG.
En opinión de los autores dos posibles mecanismos podrían explicar el papel alergoprotector de la BCG: por un lado la activación de las respuesta proinflamatorias innatas que estimulan de forma precoz el desarrollo de las respuestas de tipo Th1 en detrimento de las respuestas Th2; esta afirmación podría sustentarse en la circunstancia de que los niveles de IFN-γ tras BCG predicen de forma inversa los niveles de IL5 e IL13 observados a los 3 meses de edad. El segundo mecanismo implica a la IL10; la respuesta de IL10 se relacionaría con la producción de células T reguladoras; este efecto de la BCG sobre la IL-10 se limitaría a aquellos sujetos vacunados durante el periodo neonatal.
No debe perderse de vista que en los entornos donde el recién nacido tiene una alta exposición bacteriana la activación de las respuestas proinflamatorias derivadas del sistema Th1 pueden ser beneficiosas al ayudar a luchar contra patógenos bacterianos comunes. En medios donde la exposición bacteriana no es tan alta, una actividad proinflamatoria mantenida puede ser perjudicial para el recién nacido. En este sentido una actividad de IL10 innata, que como se sabe tiene actividad moduladora antiinflamatoria modularía las respuestas inflamatorias del recién nacido.
Los autores concluyen que la vacunación con BCG puede prevenir alergia en niños de bajo nivel socioeconómico, pero no en los de alto nivel; todo ello como resultado de las diferencias en la respuesta del sistema de inmunidad innata.
Prof. Dr. José Uberos Fernández
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