(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 6 de Abril de 2006)
Diversas teorías han sugerido que las enfermedades autoinmunes son menos frecuentes en ambientes con menor desarrollo desde el punto de vista sociosanitario. Esta observación no es nueva y data de la década de los 60 en que Leibowitz y cols. describen un aumento de la prevalencia de esclerosis múltiple en aquellos individuos que durante su niñez disfrutaron de una "asistencia sanitaria de alto nivel". De hecho, los datos epidemiológicos sugieren un fuerte incremento de problemas autoinmunes o alérgicos en los países desarrollados en las últimas tres décadas. Igualmente se ha certificado una disminución de las enfermedades infecciosas en estos países como resultado de los tratamientos antibióticos, vacunaciones o simplemente por la mejora de las condiciones higiénico sanitarias. La figura reproducida al pie de la página extraída de la publicación original de J. F. Bach. The effect of infections on susceptibility to autoimmune and allergic diseases. N.Engl.J Med 347 (12):911-920, 2002; documenta los hechos a los que nos referimos.
Diversos trabajos como el publicado por Bjorksten B, Sepp E, Julge K, Voor T, Mikelsaar M. Allergy development and the intestinal microflora during the first year of life. J Allergy Clin Immunol 2001;108:516-20; han relacionado el aumento del consumo de antibióticos con el aumento de la prevalencia de asma en niños con base genética de atopia. Los mecanismos de acción propuestos en estos casos han sido, tanto la disminución del número de episodios infecciosos, como la modificación de la flora intestinal. Otros factores, como la contaminación ambiental parecen tener un papel en el asma bronquial; aunque se ha establecido que la contaminación ambiental es un factor importante en el agravamiento de los pacientes asmáticos y en el desarrollo de las crisis de broncoespasmo; sin embargo, no ha podido establecerse hasta el presente que la contaminación ambiental se relacione con un aumento de la incidencia de asma.
Recientemente algunos estudios han comunicado que la administración de lactobacillus no patógenos a la madre gestante y posteriormente a su recién nacido se asocia con una disminución de la incidencia de dermatitis atópica en el niño; de igual forma que la incorporación de estos probióticos en la alimentación del niño mejora las lesiones de dermatitis atópica (Isolauri E, Arvola T, Sutas Y, Moilanen E, Salminen S. Probiotics in the management of atopic eczema. Clin Exp Allergy 2000;30:1604-10).
Estos hallazgos sin duda deberían hacernos recapacitar sobre varios aspectos:
- Por un lado, las vacunaciones que ejercen efecto inmunoestimulador y por tanto protector frente a las infecciones y como contrapartida a este efecto el posible desarrollo de enfermedades autoinmunes o alérgicas.
- Por otro lado, el potencial efecto beneficioso del tratamiento con antibióticos frente a infecciones en las que el potencial patogénico de la bacteria es dudoso debería ser revisado, habida cuenta de que el tratamiento con antibióticos podría reducir el grado de inmunoestimulación fisiológica inducido por las bacterias comensales.
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